lunes, 17 de octubre de 2011

Qué se esconde detrás de la frase: “MI HIJO TIENE MANÍAS…”

Algunos padres comentan que sus hijos son un poco maniáticos, hay niños que necesitan llevar con ellos determinados objetos o seguir ciertos rituales, como por ejemplo a la hora de ducharse seguir un orden estricto del uso de los jabones, tener el cuarto colocado de determinada manera o sentir un deseo intenso de borrar lo que ha hecho por considerar que está mal. Muchas veces no damos importancia o normalizamos estas conductas, que no son normales y detrás de ella puede haber indicios de comienzo de un trastorno, que se acabará desarrollando si las permitimos.

Detrás de estas conductas se esconde un problema o trastorno de ansiedad con componente de trastorno obsesivo compulsivo, que de continuar en el tiempo desembocarán en este trastorno. Es un indicador de que algo en el entorno del niño que no está funcionando bien, bien una separación de los padres, un rechazo de los amigos en el colegio o alguna preocupación.

El niño siente ansiedad y estas manías le ayudan momentáneamente a reducirla, pero no acaban con el malestar que se mantendrá en el tiempo y es posible que se cronifique. El niño no aprende a controlar y reducir su ansiedad de otro modo, por lo que se vuelve ansioso y cada vez son más las situaciones que le producen ansiedad y carece de las habilidades necesarias para tolerarla y afrontarla.


A veces los padres se resisten a pensar que su hijo pueda tener un problema y así buscan justificación a éstas manías, quitándole la importancia que tienen. Otras veces los adultos sin darse cuenta, pueden favorecer estas manías, como es el caso de las madres obsesionadas con la limpieza y el miedo a ser contaminado por gérmenes, y refuerza conductas de limpieza en el niño como lavarse constantemente las manos.


Por tanto cuando veamos que nuestro hijo tiene ciertas “manías”, no podemos normalizarlas y pasarlas por alto pues estamos ayudando a no resolver su problema, en caso de que veamos que lleva más de 3 meses con comportamientos de este tipo y rituales, debemos consultarlo con el psicólogo lo antes posible pues cuanto antes lo identifiquemos antes podremos ayudarle.

miércoles, 5 de octubre de 2011

DETÉCTALO A TIEMPO. LA EVALUACIÓN DE 0 A 6 AÑOS.


Desde hace aproximadamente un mes disponemos en España de las Escalas de Desarrollo Merrill-Palmer- R, que nos permiten a psicólogos infantiles evaluar a niños de tan corta edad de una manera fiable y con datos cuantitativos. Gracias a esta evaluación se identifican las posibles desviaciones o retrasos para estimular y trabajar lo antes posible aquellas áreas del desarrollo del niño que no estén evolucionando de acuerdo a su edad cronológica y así que la dificultad no se vea acrecentada o surja en otras áreas.

Hasta ahora existían otras pruebas en el mercado pero ninguna tan objetiva y completa, en el Centro Vaca-Orgaz insistimos en evaluaciones exhaustivas tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, en la primera infancia.

Existen una gran variedad de trastornos, que a veces, ni un experto profesional con una amplia experiencia puede diagnosticar sin pruebas baremadas y tipificadas. Lo contrario, conlleva a caer en las mismas etiquetas de siempre, lo que es una visión simplista y no certera del problema real, lo que da lugar a una mala evolución del mismo. En edades tempranas es fácil etiquetar a un niño con TDAH, cuando no se conocen las etapas evolutivas de los niños, desconociendo dónde se encuentran en edad evolutiva y más cuando está en boca de todos.

Hay que destacar la rápida evolución en edades tempranas lo que determina la variabilidad en las dificultades, de lo que surge la necesidad de un instrumento de evaluación objetivo y de baremación precisa.

¿Qué áreas evaluamos?

- Cognitiva

- Lenguaje

- Motricidad

- Desarrollo socio-emocional

- Conducta adaptativa

Estas áreas se evalúan a través de juegos divertidos para el niño.

Es muy importante un desarrollo homogéneo de todas las áreas del cerebro y en el caso de que no se de determinar el área alterada de manera significativa y estimularla.

¿En qué casos es especialmente importante?

- Bebés o niños prematuros

- Sospechas de retraso motriz

- Retrasos del lenguaje

- Sospechas en casos de trastornos del desarrollo

- Niños adoptados y evolución de los mismos en tratamientos

- Comprobar las mejorías del tratamiento o estimulación recibidas, esta prueba es sensible a pequeños cambios o mejorías en el niño cada 6 meses

Una detección precoz del los posibles problemas que presente el niño favorece un mejor desarrollo y previene del fracaso escolar o de posteriores dificultades en la lecto-escritura.

La evaluación consiste en una entrevista con los padres y 4 sesiones con el niño, posteriormente elaboramos un informe con las pruebas pasadas y pautas de intervención.

Suele realizarse en horario de mañana.

El precio de la evaluación completa es de 160 euros.